LEE
CROMAÑÓN
STÉPHANIE LEDU
Es verano. Junto al río, el clan ha construido grandes tiendas hechas con enormes huesos de mamut recubiertos de pieles.
Durante el día, las mujeres y los niños cosechan frutas, hierbas silvestres, raíces. También hay que recoger leña para el fuego y helechos para hacer buenos colchones. ¡Sólo los más pequeños tienen tiempo para jugar!
Los hombres son los encargados de traer el pescado y la carne. Algunos pescan con arpón; otros, con red, Los cazadores fabrican y reparan sus armas. ¿Y cómo pueden atrapar los animales más grandes? Pues los dirigen hasta una trampa cavada en la tierra—
Cazar renos no es nada peligroso. Pero, ¡Shhh! No se puede hacer ruido y se tiene que apuntar bien con la lanza.
¡Victoria! Los hombres han cazado un reno. Su piel servirá para hacer vestidos o botas, con los cuernos harán enseres o armas y con los huesos… joyas! Con agujas hechas de hueso, las mujeres cosen los vestidos.
El reno está buenísimo. Ponen piedras muy calientes en agua: la carne se cuece con hierbas y grasa. ¡Ñam, ñam! Para tener provisiones, ponen trocitos de carne cruda a secar.
Cada anochecer, los hombres de Cromañón se reúnen alrededor del fuego que los ilumina, los calienta y asusta a las bestias salvajes.